Si me largara ahora, sin despedirme, inesperadamente ¿Correrías detrás de mi?
Si decidiera dejarte fuera de mi vida ¿Lucharías por que volviera a tenerte dentro? 
Si te ignorara y actuara como si no existieras ¿Pelearías por tu persona?
Si decidiera olvidarte y pasar página ¿Pelearías por tu recuerdo?
Dices que soy importante y seguramente tu mente respondería que si a estas preguntas si te las hicieras, pero ambos sabemos que en el momento de la verdad cuando tengas que correr, luchar o pelear no harás nada y yo me ire, te abandonaré cuando una sola llamada, una sola conversación o un solo abrazo podía haber cambiado todo.

¿Sabes que es lo mas frustrante de todo? El no saber a donde ir. No saber hacia donde tirar, hacia donde encaminar tus pasos. El desconocer el camino que debes seguir, las emociones que no dejan de sobrepasarte, las lágrimas que no sabes guardar. El sentirte débil. ¿Sabes que es lo mas doloroso de todo? No poder reflexionar sobre nada, ya que lo único que encuentro en mi interior es dolor. El no poder sincerarte con nadie porque no sabes que decir. El aguantar el tipo cuando realmente deseas romper a llorar. El dejar el pasado atrás. Pero ¿sabes que es sin duda lo peor de todo? El saber que nada volvera a ser igual, que nos equivocamos y la cagamos. El tener que olvidar. El tener que dejarte atrás y continuar eso es lo peor.

Eramos el sol y la lluvia, blanco y negro, la risa y las lagrimas. Pero a pesar de todo: nos queríamos.

Es tan difícil a veces hacerse entender! Usan las palabras correctas pero aún así las personas nos inclinamos a oír lo que queremos escuchar.

"A palabras necias oídos sordos" dicen.. pero a veces esas son las palabras que nos abren la cabeza y los ojos para que veamos la realidad, esa realidad que escondemos para protegernos de que algo malo nos pase, aunque sabemos que tarde o temprano vamos a tener que afrontarla y ponerle el pecho.

Muchas veces nos enojamos cuando nos repiten una y otra vez que algo esta mal, que nos vamos a volver a tropezar con la misma piedra y nos ponemos a la defensiva porque atacar es más fácil que escuchar. Gritar es más fácil que abrir los ojos.